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Mi familia es de tradición de carpinteros y agricultores. Crecí entre el campo y las carpinterías de mis hermanos mayores, jugando y mirando como hacían las cosas.

 

Utilizo maderas secas de poda y del rio, sin necesidad de tumbar un árbol. Principalmente el arrayan, usado antes solo para cercas y carbón. Pero aprendí que desde  su raíz hasta la ramita más delgada son útiles.

 

Combino la madera  con metales como cobre, hierro, bronce, aluminio y algunas veces uso la piedra para incrustaciones.

 

Mis obras nacen de la sugerencia que la madera me da. La escucho, veo sus formas e imagino la obra que puedo crear. Otras veces elaboro mis bocetos y busco la madera que me permita recrear la idea.

 

Mis obras y productos en madera natural, entre más se usen, más se acaricien, más se consienten, más bonitos se vuelven, toman vida propia. Como nosotros los seres humanos.

 

Mi Saber es importante porque es  convivir con la naturaleza. Es enseñar que en cada ramita hay un  diamante, no hay necesidad de arrasar los árboles.  No todo es para carbón y no todo tiene que ser plástico ni comprado.